Seas mamá primeriza o no, siempre habrá miedos a los que te verás enfrentada tanto durante la etapa de embarazo, como cuando ya tengas a tu bebé en brazos; sin embargo, no estás sola, el papá te tu bebé está ahí.

 

En el momento en el que papá se hace consciente de que no “ayuda” a cuidar a su bebé, y que está ejerciendo su paternidad empata tus sensaciones: aquellos miedos de ser padres, los cuales, deben estar dispuestos a superar juntos.

 

Aquí algunos de ellos:

 

Bañarlo

 

Es probablemente una de las tareas más difíciles en cuanto al cuidado de los bebés, y es común que las mamás recurran a las abuelas para llevarla a cabo. Está bien que colaboren, pero no por eso dejes a un lado a tu pareja, él también debe estar presente en este momento. Poco a poco, cuando el miedo se vaya, podrán hacerlo solos.

 

Cargarlo

 

Pareciera fácil tomar en brazos algo tan pequeño, pero es su fragilidad y el amor que se siente por él que se convierte en todo un reto. Entre los dos practiquen y carguen a su bebé de manera que se sientan cómodos. Principalmente, son ustedes quienes se dan esa seguridad y respaldo. Habrá consejos que quieran darles, mismos que pueden o no tomar, pero siempre juntos.

 

 

Cuidarlo en la enfermedad

 

Desde una gripe, hasta temas más delicados de salud. Vayan juntos al doctor, a comprar las medicinas, tomen juntos la temperatura de su bebé, estén pendientes de la hora del medicamento. Deben apoyarse en todo momento, son un equipo, incluso, estipulen horarios por si necesitan relevarse a la hora de descansar.

 

Tomar decisiones

Cada una de ellas, por más mínima que parezca, es importante y deben tomarla estando seguros de que es lo mejor para su hijo. Si no comparten la misma idea, busquen otra alternativa que les ayude a decidir lo que les haga sentir bien y confiados a los dos.

 

Cómo educarlo

 

Guiar y formar a un ser humano es un compromiso enorme y debe ser repartido de manera equitativa. Es un tema que fluye con el paso del tiempo, pero que sí debe ser puesto sobre la mesa con mucha anticipación, así que, de ser posible, llega a acuerdos en cuanto a la educación de tu hijo desde que está en tu vientre, así ambos tendrán una idea más clara de la formación que quieren darle.