Investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Málaga y un equipo de cirujanos plásticos han desarrollado una novedosa técnica de regeneración facial y de tejidos perdidos en cicatrices, quemaduras o heridas graves mediante el autoinjerto de células madre procedentes de tejido graso con el objetivo de actuar sobre las zonas deterioradas de la piel del paciente transfiriendo su propia grasa enriquecida en un concentrado de células madre obtenidas de la zona abdominal.
"Aislamos y concentramos células madre regenerativas de la grasa y preparamos viales enriquecidos para su inyección inmediata en diferentes zonas del paciente", ha señalado a DM Victoria de Andrés, directora del proyecto. Una vez que los cirujanos han llevado a cabo el injerto de las células madre, "el paciente gana en supervivencia celular, así como en efectividad y durabilidad del proceso, puesto que no existe posibilidad alguna de rechazo o alergias, ya que se trata de un autoinjerto: se inyectan las propias células madre del paciente que se habrán de transformar en fibroblastos. Además, se abarata notablemente el proceso del implante".
Los procesos que existían para llevar a cabo el injerto de las células madre eran muy lentos y requerían de recursos con costes muy elevados, por lo que no era asumible para la mayoría de la población. La nueva técnica desarrollada por este equipo de investigación -que viene de la mano de la empresa Purificell-, se ha ensayado durante tres años, consiguiendo un alto índice de supervivencia celular –en torno a un 90 por ciento- y de transformación de esas células en fibroblastos. Según ha explicado De Andrés, "nuestro equipo ha conseguido una técnica rápida y cómoda, de tal manera que no sea un tratamiento celular de investigación de laboratorio, sino un tratamiento ambulatorio, de aplicación inmediata, fácil y económica".
Fuente bibliográfica:
Diario Médico. Área Científica. Cármen Cáceres. Marzo 2015.
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