Che Connon es profesor de ingeniería de tejidos en la Universidad de Newcastle, y forma parte del grupo de trabajo que está investigando una nueva manera de transportar y aplicar las células madre, los geles de alginato. El alginato es un material natural extraído de las algas marinas y es empleado comúnmente en cosméticos, la manufactura de alimentos y recientemente en la medicina, como material de curación para mantener húmedas las heridas por quemaduras.
Hay mucha evidencia científica apoyando el uso de células madre mesenquimales de tejido adiposo para mejorar la curación de heridas al reducir la inflamación y acelerar el cierre de la misma. Sin embargo, el problema ha sido que estas células madre tienen que ser almacenadas y manejadas por expertos bajo condiciones especializadas – limitando su uso práctico.
El equipo de investigación considera que la encapsulación en alginato ofrece un grado de protección a las células. El grupo del Dr. Connon ha podido desarrollar perlas con células madre así como geles que pueden moldearse en forma de parches o películas. “Las células madre están rodeadas de un gel de alginato que las protege del ambiente – un poco como los huevos de rana. Las encontramos sin cambios aún después de tres días a temperatura ambiente”, dice el Dr. Connon. “Ésta técnica tiene muchas ventajas y aplicaciones. Por ejemplo, la hemos usado para hacer vendajes que contienen células madre humanas que pueden ser aplicados a una herida como una úlcera o quemadura y así acelerar el proceso de curación.”
En lugar de mantenerlas en condiciones especiales, las células encapsuladas pueden mantenerse viables hasta 3 días a temperatura ambiente. El estudio encontró que en un intervalo de temperatura de 4 a 21°C hasta el 90% de las células madre encapsuladas seguían siendo viables y disponibles para curación.
La técnica usa células madre cultivadas de forma normal a partir de una muestra criopreservada, y mezcladas en una solución de alginato; esta solución se introduce en un vial con cloruro de calcio para formar un gel que puede moldearse a distintas formas. “Hemos visto que un disco circular de 2.54 cm de diámetro puede preservar un millón de células madre, y creemos que fácilmente podría contener hasta 10 millones de éstas células” agrega el Dr. Stephen Swioklo, parte del equipo de investigación.
Soluciones de bajo costo como éstas, ofrecen una vía simple y efectiva para resolver muchos de los retos del transporte de células cultivadas y facilitan esquemas de aplicación a mayor escala para las nuevas terapias de medicina regenerativa.
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